Este cuadro es una pintura de estilo impresionista moderno, con un fuerte uso de texturas y paleta cálida. La escena muestra a varias figuras femeninas caminando por un paseo costero bajo una luz cálida y dorada, posiblemente al atardecer. El mar azul turquesa al fondo contrasta con los tonos terrosos y ocres de las edificaciones y el suelo. Las figuras, aunque estilizadas y sin rasgos definidos, transmiten elegancia y tranquilidad. Visten vestidos ligeros y sombreros, lo que refuerza la sensación de verano y descanso.
La atmósfera general es nostálgica y serena, como un recuerdo idealizado de unas vacaciones en la costa mediterránea.
